Ermita de  Fuensanta 
La actual ermita data de Agosto de 1.963, fechas en la que se dieron por finalizadas las obras comenzadas once años antes a raíz del derrumbamiento de la antigua ermita a causa de los terremotos de 1.951 y del mal estado en términos generales en que se encontraba la edificación.Destaca en la ermita el empleo de arcos rebajados en la bóveda que le da un atractivo singular. Así como su fuerte luminosidad en el crucero al gozar de tambor y linterna. Tampoco nos podemos olvidar de las bellas pinturas que hay en el camarín de Nuestra Señora de la Fuensanta.

 

 

 

 



La devoción y el culto a la Santísima Virgen de la Fuensanta en Alcaudete se remontan a la Edad Media. El carácter de zona fronteriza entre los reinos cristianos y el reino nazarí de Granada en esta época determinó que nuestro pueblo fuera conquistado alternativamente por musulmanes y cristianos hasta la conquista definitiva de Granada por los Reyes Católicos en el año 1.492. 

Cuenta la tradición que en una noche en que Algaydak había sido tomada por el Islam, un grupo de cristianos había conseguido huir. Al pasar por la zona en que hoy está ubicado el santuario eran presa del pánico y lamentaban amargamente su desventura. Un soldado malherido y sin fuerzas para continuar el camino, viendo cercana su muerte, solicitó el auxilio de la Virgen María. No daba crédito a lo que de repente contemplaron sus ojos: Una Señora vestida de blanco le instaba a que bebiera de un manantial que había brotado a sus plantas y untara con agua sus heridas. Lo hizo y quedó sanado. Bebieron, asimismo, todos los que huían y lograron alejarse hasta encontrar refugio. Que este hecho fue conocido por toda la zona, es innegable. La existencia de una ermita en el año 1511 es testimonio de que, desde años atrás, se rendía culto a la Señora de la Fuente Santa.
Posteriormente, el sentir popular hizo que fuera nombrada Patrona de Alcaudete. La destrucción por los franceses en la Guerra de la Independencia del archivo de la Fuensanta nos ha privado de unos datos documentales de enorme valor. Los terremotos registrados en marzo y abril del año 1.951 dejaron a la antigua ermita en estado ruinoso. Hubo que derruirla y construir el actual Santuario cuyas obras se finalizaron en agosto del año 1.963. Durante este espacio de tiempo la imagen de nuestra Patrona recibió veneración en la Iglesia del Carmen, filial de la Parroquia de Santa María.
El importe económico fue satisfecho con la colaboración exclusiva de los hijos de Alcaudete, tanto los residentes en la localidad como los que se encontraban en otros lugares de España e incluso del extranjero. Todos participaron, porque aquellos cuya situación económica no les permitía aportar dinero, lo hicieron dando jornadas de trabajo gratuitamente.
La admiración y el cariño de Alcaudete a su Patrona se ha traducido en nombrarla Alcaldesa Mayor y Presidenta de Honor de la Agrupación de Cofradías. Ser cofrade y devoto de la Virgen de la Fuensanta es una distinción y una garantía para los alcaudetenses.
No disponemos de documentos, por las circunstancias reseñadas, que nos permitan conocer el nombre del escultor que realizó la imagen. Sin embargo, el grupo que forman Madre e Hijo es plasmación plástica innegable de la estética del Barroco en su vertiente clásica, (sin embargo la talla del Niño es posterior), tan afín a la sensibilidad de Alonso Cano y de la escuela granadina del siglo XVII, que evidencian la técnica del "encarnado" del rostro, la comisura de los labios, el gracejo de la barbilla y la mirada misteriosa, enigmática y tierna a la vez de la Virgen y el cuerpo rollizo del Niño, con un semblante ingenuo y una cara deliciosamente asimétrica. Es una de las joyas más valiosas de nuestro patrimonio artístico que se conserva, tras la guerra civil, gracias a las personas que la ocultaron en un domicilio particular y la depositaron en una institución de Jaén hasta que terminó el conflicto y pudo regresar a Alcaudete.
Los Estatutos de la Cofradía formalizados en 1.948, aprobados posteriormente el 11 de febrero de l.959 por el Obispado Diocesano afirman, en su artículo 1º, que la Cofradía de la Stma. Virgen de la Fuensanta fue fundada en el año 1881. Hay quien afirma que la fecha de fundación es anterior, pero la destrucción del archivo en 1.936 no nos permite asegurarlo. Actualmente, la Cofradía está constituida como asociación pública de la Iglesia y se rige por los Estatutos aprobados por el Obispado Diocesano el 14 de marzo de 1.995.
La Cofradía, que tiene su residencia canónica en la Parroquia de Santa María la Mayor, se propone como fines principales "en estrecha unión con la comunidad de fe y culto que es la Parroquia en que radica...: formar humana y cristianamente a sus cofrades por medio de ejercicios de piedad...; tratar de que la espiritualidad, como estilo de vida, presida todas las actividades; manifestar públicamente su fe, de acuerdo con las normas de la Iglesia Diocesana."
Son miembros de la Cofradía todos los cofrades que se agrupan en dos categorías: Menores de edad -aspirantes- hasta cumplir los dieciocho años y mayores de edad -miembros de pleno derecho desde que son admitidos públicamente e inscritos en el Libro de Registro de Cofrades.. Con arreglo a las funciones que desempeñan, se clasifican en: a) Componentes de la Junta de Gobierno. b) Caballeros Horquilleros. c) Señoritas Camareras. d) Cofrades en general. El conjunto de todos ellos constituye la Asamblea General, máximo órgano de gobierno. Todo cofrade "se compromete a vivir cristianamente en su vida privada y pública, aceptando expresamente las leyes y normas de la Iglesia, así como las exigencias de asistencia y participación en los actos generales de la Cofradía, colaborando con la misma, cumpliendo los acuerdos y desempeñando en ella los cargos de responsabilidad que se le puedan confiar."
Los actos de culto de esta Cofradía giran en torno a las celebraciones eucarísticas de los sábados en el Santuario, la Novena en su honor durante los días 6 al 14 de agosto, la Misa de Alba del día 15 y la celebración de las flores en el mes de mayo. Pero cuando Alcaudete entero se lanza a la calle para acompañar a la Madre es en la bajada y posterior subida al Santuario, convirtiéndose en autentica oración:

 

"Buscando mis amores
iré por esos montes y riberas.
Ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras.
Y cruzaré los fuertes y fronteras".

(San Juan de la Cruz)

 

 Por Ramón Sirvent Sánchez

 

Loli Molina